Archivo de la etiqueta: Mimo

Fresas entre el asfalto: artistas callejeros

Dejo para el próximo post el tema previsto (el desperdicio de talentos y conocimiento en nuestro país provocado por los Expedientes de Regulación de Empleo), porque la noticia de la retención/identificación/denuncia de un artista callejero la pasada semana en Madrid, impone urgencia antes de que se olvide.

Sí, la actuación de Rodolfo Meneses, “Tuga”, un mimo que suele trabajar –con gran éxito de público- en la Puerta del Sol, fue cortada por la policía municipal con la justificación de que su labor interfería el tráfico y favorecía la tarea de carteristas que aprovechan las aglomeraciones. Tuga fue trasladado a comisaría donde siguió actuando ante los incrédulos y ofendidos policías: el mimo continuó “mimando”, que es lo que mejor sabe hacer, hasta que tuvieron que ponerlo en libertad sin haber logrado de él una sola palabra. Me hubiera encantado estar presente. Y me ha hecho recordar la estupenda interpretación de Óscar Jaenada en la película “Noviembre”, de Achero Mañas. Y la filosofía del film, tal vez recogida en la frase del protagonista: “Me gustaría cambiar este puto mundo.”

¿Qué les pasa a los dirigentes del ayuntamiento madrileño para que impidan una actuación que alegra la vida a tantas gentes y da trabajo a algunos que lo necesitan? El arte callejero, otra forma humilde de cultura, ya forma parte de nuestra experiencia urbana, sea a través de estatuas vivientes, pequeñas actuaciones de magia, mimos, músicos o malabares. Aporta dulzura al asfalto, ilumina de pequeñas luces las calles oscuras de vida. El arte de la calle hay que defenderlo de las sombras y de los uniformes, correspondan éstos a trajes de políticos insensibles o a municipales entusiastas de su trabajo censor. El arte hecho en la calle nos recuerda tiempos en que ese era el espacio de comunicación y de creación casi único, y lo recupera como experiencia popular. Tal vez haría bien el ayuntamiento en regularlo, pero poco, por favor, y siempre al servicio de su defensa, de su supervivencia. En Tres sombreros de copa, esa estupenda pieza de Mihura, Paula le pregunta a su amado: Dionisio, ¿te casas? Y él, tímidamente, le responde: Sí, me caso, pero poco. Pues eso.

3 comentarios

Archivado bajo General, polémica, Políticas culturales