To be or not to be

Hoy EL PAÍS, uno de los espejos en que se suele mirar la gente de la cultura para otear el horizonte, publica un listado de 100 ideas para salvar el estado del bienestar. Ninguna de ellas se relaciona con la cultura. El espejo dice que, a esos efectos, la cultura, simplemente no existe. Me pregunto porqué y encuentro dos claves que lo explican.

La primera, que en nuestra historia como país, nunca nadie con responsabilidad de poder ha entendido –y menos asumido- que la cultura es un bien estratégico para la sociedad. Un bien que la dota de identidad, que la sitúa en el mundo. Una sociedad en que la cultura es materia primordial de sus sueños colectivos es más libre, más solidaria, mejor. Ni ayer ni hoy los políticos trabajan por hacer de la cultura un horizonte del bienestar individual y colectivo.

La segunda clave se halla en quienes “hacen” cultura. Lo que llamamos sector cultural, y que agrupa a creadores, productores, empresarios, exhibidores –un magma literario, musical, audiovisual, museístico, escénico…- carece de identidad grupal, de sentido de pertenencia a un colectivo con una responsabilidad social verdaderamente relevante. El sector de la cultura tiene un enorme reto ante sí, definir su discurso, unas líneas comunes de intervención ante la sociedad y en la política. Constituirse en un conglomerado que tiene mucho que decir en voz alta; aunque antes debe debatir mucho y en profundidad en privado.

10 comentarios

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10 Respuestas a “To be or not to be

  1. Avatar de JST JST

    El sector cultural necesita profesionalizarse, probar (si puede) que en esta coyuntura económica sigue teniendo sentido invertir en cultura. Es necesario justificar los gastos, las subvenciones, medir la necesidad, oportunidad y sostenibilidad de los proyectos…en fin pedir cuentas. La única forma de que se tome la cultura en serio es tomándola en serio nosotros mismos

    • JST: muy justa tu reflexión sobre la necesidad de que el sector se profesionalice y asuma sus responsabilidades. Debe buscar además el placer creativo no tanto en la autosatisfacción sino en la satisfacción de los destinatarios de la creación: los públicos, la sociedad. Todo ello no debe hacernos olvidar las responsabilidades del Estado en un país que se proclama buscador del bienestar de sus ciudadanos. Para incrementar su bienestar y por tanto la calidad de «ser» ciudadano, debe invertir más, mucho más, no en programación, sí en gestión, en formación, en promoción de la cultura en España. Invertir más en estrategia y mucho menos en fuegos artificiales.

      • Avatar de JST JST

        hablas de invertir en la promoción de la cultura en España, pero…en qué cultura? la de las industrias culturales lideradas por la industria del videojuego o en la cultura en su concepto más clásico (artes escénicas, literatura, artes visuales…)? tenemos diferentes conceptos de cultura que se van usando según la ocasión como si fueran la misma cosa. Como bien dices cada vez es más necesario una «identidad grupal» del sector

  2. Avatar de Iñigo-Iñifugo Iñigo-Iñifugo

    To Be or to Have…? Esa es la cuestión!

    Interesante reflexión la tuya y muy cierto el abandono…, mas no está de más aportar otro punto de vista por lo de profundizar, aunque lo aporto de forma abierta y no en privado.

    Es importante distinguir al menos entre la “industria” cultural…ese tanto por ciento del PIB…en parte de compra-venta y sujeta a unas reglas y costumbres que en ocasiones encorsetan la creación y producción artística en este pais….PAISSSSSS (es por lo del chiste), del universo diverso e “infinito” y las distintas realidades que encontramos entorno a lo socio-cultural.

    Además, y siempre desde mi punto de vista, el carácter que usas respecto a la “cultura” hace referencia al concepto abstracto e ideal, …, en un sentido de virtud. Pero pienso que nos dificulta una mejor comprensión de nuestra circunstancia”.

    Un análisis más correcto va más por entender que la cultura no es buena en sí misma y absoluta, sino que es diversa y cambiante, y que como escuché de tu boca…la crisis no es tanto económica como cultural. Efectivamente, vivimos en la cultura del consumo, la cultura del Klinex, del usar y tirar, del sálvese quien pueda, la cultura de pisar el cuello al de al lado, …la cultura del Tener frente al Ser,…esta cultura que tanto contagia a nuestro %…

    Y en este entorno es dónde la creación y producción artística, y las iniciativas culturales hemos de preguntarnos que estamos aportando con nuestro trabajo para la transformación o perpetuación de este estado de cosas…yo al menos me lo pregunto. Y realmente qué es a lo que damos mayor importancia en el transcurrir que compartimos. Te lo dice Fu.

  3. La creación artística, lo que cientos de generaciones han decidido salvar de la destrucción incorporándola al bagaje con el que cada sociedad viaja por la historia, ha estado siempre, casi siempre, relacionada con el poder económico, social o político, cuando no a sus órdenes. No la hace peor, es simplemente un dato. Para mí Cultura es aquello que fruto de la creación artística permite trascender espiritualmente a cada ciudadano y a cada sociedad. Eso la hace difícil de definir, pero al menos la acota. No me refiero a su acepción antropológica, sino a las expresiones más elevadas. ¿Tiene ventajas virtuosas el desarrollo de esa concepción de cultura? Al margen de las dudas que toda afirmación debe incorporar de oficio -la mía la lleva-, sí, pienso que el incremento de niveles sociales de acceso a ese tipo de cultura incrementa la riqueza interior del ser humano, individual y colectivamente (también frente a la cultura del tener). ¿Debe por ello estar al margen de las condiciones en que el conjunto de la sociedad se desenvuelve? No, a mi modo de ver. Y esas condiciones, hoy, son las de mercado. Lo cual no quiere decir que expresiones más frágiles deban dejarse al albur de las tormentas. No, esas deben ser protegidas para que crezcan y lleguen a volar. Por decirlo de otro modo, el estado tiene una enorme responsabilidad, política y económica en el desenvolvimiento de la cultura: marcando un terreno democrático para que cuantos deambulan por ella puedan crear, ofrecer sus creaciones a la sociedad, y vivir de ellas si la sociedad lo demanda, y creando condiciones para que quienes lo necesiten crezcan sanos y saludables.
    Tú último párrafo es brillante, porque aporta una idea a mi modo de ver clave. ¿Qué aportamos al cambio? La responsabilidad social hay que empezar a exigirla de oficio a cuantos intervienen en el acontecer social, sean creadores, empresas de congelados, bancos, clubes de fútbol o fundaciones. Pero más aún a quienes asumen un cierto papel en un ámbito que como el cultural es estratégico para una sociedad. Muchos agentes del sector cultural tienen más que asumida esa responsabilidad.
    Ah, muchas gracias por tus comentarios. No sabe usted el bien que me hacen.

  4. Avatar de José María Torrijos José María Torrijos

    De acuerdo en lo que dices. ¿Qué se puede esperar de un país que pretende bajar de categoría a su propia Biblioteca Nacional? Por otra parte, ni la derecha ni la izquierda han tenido un verdadero interés por la cultura. La primera, porque, para ella, la cultura es algo de «adorno» (y el teatro un entretenimiento más). Y la izquierda considera a la cultura un «instrumento». Más todavía, entre nosotros, donde si no llevas un carnet en la boca (el que sea) lo tienes claro.

  5. Avatar de Maguil Maguil

    Importante asunto. hace tiempo que las crisis son de ideas más que económicas…la del petróleo 74, las de los 80-90, la burbuja tecnológica de las puntocom…ahora la financiera y la del ladrillo en España…se apuesta todo a una carta, a un modelo caduco de producción..y con el declinar y el cambio de modelo se nos descoloca el castillo de naipes que llamamos «civilización occidental» o cultura occidental…por supuesto que la cultura representa un % del PIB y hay que conocerlo!! pero cuando alguien te interesa la primera pregunta nunca es -en mi caso- ¿cuánto dinero ganas?…es la diferencia entre el «interés» y el amor o el cariño…hay cosas que necesitan de complicidad..de amor…lo que tenían nuestros abuelos por la tierra, por su pueblo, por su casa, sus pobres enseres, sus huertas…esta «affluent society» tiene muchos problemas…antes que económicos son culturales, de valores, de ideas…por eso la cultura es estratégica -como la educación- .
    No hay que confundir cultura con «cemento cultural»…de eso cuanto menos mejor…y sus administradores y burócratas van a ser los primeros en lamentarlo, ya que son los más alejados de la sociedad…que ya no puede perdonar tanta inoperancia. Un ejemplo: ¿cómo es posible que los teatros de C y L estén cerrados por falta de presupuesto para programar cuando algunos de ellos solo habrían el día que tenían actuación de la Red o los Circuitos?…parece que antes tampoco tenían mucho presupuesto…pero no había crisis…o sea, coartada para seguir sin pensar!!!!
    país!! que decía el Hermano Lobo.
    Salut i força!!
    maguil

  6. Un placer leerte en este espacio, Maguil, y compartir tus opiniones siempre cargadas de razón y lógica. La fuerza para analizar esta situación, que en mi opinión anuncia cambios estratégicos de difícil marcha atrás, está precisamente en la lógica. El sentido común. Y la fuerza para acumular energía positiva hacia el futuro ha de salir de ese magma -hoy informe- que agrupa a creadores, productores, empresarios, exhibidores…, al conjunto de quienes hacen cultura. No del Estado a sus diferentes niveles. El reto, en ese sentido es dotarnos de un discurso estratégico propio que ilusione, unifique y se transforme en acción, un discurso que incluya, también, la posición que a nuestro modo de ver, debe asumir el Estado en relación a la Cultura.
    Pase lo que pase en el futuro, en cualquier caso, la cultura seguirá siendo siempre un bien para los ciudadanos y para la sociedad. El alimento espiritual que supone, el enriquecimiento del «alma» que aporta la Cultura, seguirá siendo su rasgo esencial. De lo que se trata en toda esta batalla es de que lo sea para muchas muchas gentes y que así sea entendido. No para menos.

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