Hace unos días Teddy Bautista, a quien aprecio como intelectual siempre abierto a novedades, presentó algunos cambios notables en SGAE, expresados como compromisos públicos. Y ya se sabe que sobre compromisos públicos es mucho más fácil reclamar y establecer seguimientos. Menciono aquí los que en mi opinión son más relevantes por tener valor estratégico. Entre estos cambios, SGAE se compromete a nombrar a un Defensor del cliente para agilizar quejas, reclamaciones o propuestas; a informar con transparencia de los sistemas de reparto de derechos; a la aprobación de un Código de Buenas Practicas en la relación con los usuarios del repertorio, y una mayor apertura de su red ARTERIA a los socios.
En el punto octavo se compromete a reducir su presión sobre los consumidores a través de internet, y a centrar sus esfuerzos en la formación y la educación acerca de los derechos de autor. Era éste el punto más urgente, actual y necesario y el que resulta más débil del Decálogo, porque sigue sin expresar que se ha entendido a fondo que el actual modelo de relación entre el autor/creador de contenidos y el consumidor de cultura a través de la red ha dinamitado el modelo anterior. Y con ello, probablemente las formas de pago por el consumo cultural, imprescindibles para el creador, pero que hoy ya deben ser diferentes. Todo debe ser replanteado sin que nada sea sagrado, salvo el principio de que todo creador ha de ser remunerado por su trabajo, si esa es su elección. SGAE, está obligada a liderar una reflexión innovadora sobre ello, porque si no los vientos de hoy serán vendaval dentro de muy poco tiempo.
Por cierto, que en este sentido se me antoja que, una vez más, la solución encontrada in extremis por los partidos políticos para salvar la llamada Ley Sinde, es un remedio temporal, tirando a chapucero, que no va a dar respuesta a los problemas planteados por esta cuestión en España. Porque no va al fondo: Internet no debe ser abordado con miedos y políticas de represión en su papel de distribuidor de cultura, sino como un nuevo socio/herramienta que abre la cultura a la sociedad y que debe generar mecanismos específicos y diferentes de pago para los creadores. Así que volveremos con más sosiego sobre ello en los próximos días.
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el blog cultural de robert muro 
Dices:
Porque no va al fondo: Internet no debe ser abordado con miedos y políticas de represión en su papel de distribuidor de cultura, sino como un nuevo socio/herramienta que abre la cultura a la sociedad y que debe generar mecanismos específicos y diferentes de pago para los creadores.
Pero eso es lo difícil precisamente, esos mecanismos, el precio justo ¿alguna sugerencia?
Pues el tema no es fácil..para nadie. Los hosteleros están en pie de guerra por una ley razonable que busca que no se perjudique a quien no fuma..y dicen que se les va el negocio, eso supone que su negocio – o parte- es que la gente fume?? no creo. En España nos relacionamos socialmente en estos establecimientos..por lo que han de cambiar de…MODELO de negocio…a mí me molestaba en los 80 que hubiera radio, tv y tocadiscos funcionando en un bar a la vez..tardaron en darse cuenta que es mejor hacer de estos lugares un sitio más tranquilo, donde se pueda hablar, etc…que es mejor tener un pincho bueno que uno malo, que hay que tener algo para tomar con el café…algunos (segovia, salamanca, sevilla) te regalan una tapa..así te tomas 2 cañas en vez de una…modelos de negocio. El modelo «físico» para la cultura ha entrado en una crisis profunda…sobre todo para las industrias: libro, cine, discos…por que Live Nation o Stage Planet son ya socios potentes de las discográficas y se dedican al directo…hay más música en directo que nunca…los discos (hasta de las sinfónicas) se graban en directo, se hacen tiradas digitales de 300 que comercializan los propios músicos en los conciertos…el ejecutivo tradicional de las disqueras ya no tiene curre!! eso es verdad, pero es que hay ejemplos sangrantes!! a los músicos de jazz, en los 50 se les hacía firmar que cedían los derechos sobre los temas y se les pagaba con unos dólares para la droga (urgente, imperiosa!! Moloch)…Sonny Rollins, Art Pepper, Chet Baker…Pete Townshend de The Who recomienda a los jóvenes rockeros ir siempre a la disquera con el abogado!!! ¿es eso un buen «modelo» de negocio? esto ya no puede ser así…pero la otra cara es que es difícil en España/Europa encontra webs con descargas de pago, tanto de música como de cine…en USA es más fácil. Eso es lo que hay que revisar…estoy lógicamente contra el «robo» de contenidos, pero nadie dice que las telefónicas son las que ganan con la banda ancha para poder hacer todo esto..o que el canon no debe «presuponer» que se va a cometer un delito copiando (universidades, empresas, profesionales, judicatura..todos tenemos que hacer copias de nuestro trabajo)…las prisas y el miedo son malos consejeros!!!
Habrá que revisar tb los años hasta que una obra es de dominio público…70 años es mucho!!! 90 como quiere USA para Disney es una eternidad!!! 30?? 40??son dos generaciones..eso quiere decir que mis biznietos seguirán cobrando derechos por mis libros!!! no me lo puedo creer!! que curren en lo que puedan!!! hay que hablar de esto ¿no?
Estimado Señor Muro. Sus valoraciones y razonamientos , como siempre son extraordinariamente ponderados. Lo que yo no entiendo es porque, estos politicos tan ferozmente antagonicos, se ponene de acuerdo para tunear yaprobar la ley Sinde, sin contentar, aparentemente a nadie. Quien entra en la politica. sale del mundo. O tal vez nunca ha estado en él.
JC.deus, Magui, Pedro Antonjo: Os agradezco enormemente las respuestas a los comentarios sobre el tema SGAE y sus cambios previstos. En realidad la cuestión de fondo es la de los derechos -el papel- del creador, y su relación con la sociedad en una economía de mercado. Pero, cuidado, en una economía de mercado cuyo marco de relación distintivo no es ya la compra física de un CD o DVD, ni la asistencia a un concierto o una sala de cine…, sino el intercambio a través de internet. Ese nuevo territorio establece en sí mismo retos enormes para definir como se producen los intercambios, por cuanto dinero, quiénes los aprovechan, cómo se salvaguarda el derecho del creador… Lo terrible es que quienes toman decisiones -partidos, algunas grandes empresas, sociedades de gestión…- están intentando con las nuevas leyes poner puertas al campo, poniendo el acento en modelos de relación, de recaudación y de imposición digitales y predigitales…, cuando estamos en la Red. El tema tiene muchos, muchos bordes: reducción de la duración de los derechos (como dices muy bien, Maguil), cambios en la Ley de Propiedad Intelectual, que permita al creador decidir su forma de relación con sus públicos: Creative Commons, Copyleft, Dominio Libre…, negociaciones con las empresas telefónicas, neutralidad de la red… Mogollón. En cualquier caso, lo primero que hay que hacer es no correr, no actuar con precicipitación ni con miedo. Es preciso asentar los principios en los que se basará la construcción de ese nuevo edificio que relacionará a creadores con consumidores y que salvaguardará los derechos y libertades de ambos. Como llevo algún tiempo dándole vueltas en serio a ewste tema, prometo que en cuanto lo tenga un poco más elaborado, pronto, lo cuento. En un post va a quedar currito, así que igual es en la revista.
Abrazos.
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