El crowdfunding, ¿bálsamo de Fierabrás?

Después de una de las múltiples palizas recibidas en sus andanzas, Don Quijote menciona a Sancho este bálsamo curatodo. El equivalente en Asterix sería la afamada poción de la marmita. Siempre a la búsqueda del Santo Grial. Como para muchos el principal mal de la cultura hoy es la escasez de dineros, se está publicitando masivamente el micro-patrocinio, el crowdfunding, como solución de Fierabrás. Numerosas webs han nacido en los últimos meses como plataformas de búsqueda de micromecenazgo para pequeños proyectos (goteo, verkani, lanzanos, latahona, fandyu, kreandu…); docenas de mails recibidos me recuerdan en las últimas semanas que muchos proyectos –galerías, teatros, producciones…- quieren beber del maná, del Grial de la eterna juventud que es el dinero privado.

En el ágora digital se confunden creadores salientes del cascarón, con productoras solventes o teatros alternativos. Todos cuentan de sí, todos piden y todos ofrecen más o menos lo mismo. Hombre, no  digo yo que lo de salir a la calle hucha en mano es lo mismo, pero tal y como se está llevando a cabo amenaza con llegar a ser algo no muy diferente.

El crowdfunding es una herramienta magnífica para pequeños proyectos, pero que no consiste simplemente en pedir colaboración económica a conocidos y desconocidos; muy al contrario; su práctica ha de regirse en sus principios de funcionamiento por estrategias de captación de recursos, de comunicación y de marketing. Si no es así es hucha, mesa petitoria. La práctica del crowdfunding ha de estar al servicio de unos determinados objetivos de marketing, hacerse con veracidad y gestionarse con transparencia los fondos obtenidos, rindiendo cuentas a los compañeros de viaje logrados, buscando la diferenciación y la especificidad en relación a otros proyectos similares, dirigiéndose a un público segmentado estudiado, y definido para que los mensajes los reciban los destinatarios adecuados. Y lo más importante: debe generar en quienes colaboran la sensación colectiva de que realmente están contribuyendo a poner en pie un proyecto creativo original. Si no se siguen estas elementales y razonables normas, dentro de muy poco tiempo habremos recibido tantas solicitudes que responderemos igual ante ellas que ante la última oferta de Orange. Y es que copiar los originales, hacer buen benchmarking no es nada fácil.

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2 comentarios

Archivado bajo Audiencias, Crowdfunding, Cultura, Gestión cultural, Marketing Cultural, Opinión, Públicos

2 Respuestas a “El crowdfunding, ¿bálsamo de Fierabrás?

  1. Avatar de Maguil Maguil

    Cada diez años aparece una nueva idea sobre financiación de la cultura que se vende como la solución mas completa…fue la «legitimación social y política» de las ayudas públicas en los 80, el patrocinio empresarial en los 90, el box-office a través de las «ticketeras» en los primeros años del s XXI..ahora el crowdfundig!! son cuatro patas básicas de una mesa que debe soportar buenas viandas culturales…pero hay que encontrar cierto equilibrio entre todas..proporciones!!! el Teatre del Liceu lo intentó..era uno de los más equilibrados en fuentes de financiación…hay mecanismos que nunca se exploran en esta piel de toro, por ejemplo dos:
    – coordinación administrativa:municipal-regional-estatal para los teatros y auditorios..en proporciones razonables…
    – taquilla como ingreso para los propios equipamientos, no para la caja única municipal, regional o nacional..que la taquilla sea parte de los ingresos del equipamiento.

    ¿Problema? la cultura administrativa pretende gestionar la «certidumbre»… cuando los tiempos exigen «gestionar la incertidumbre»!!! he aquí el dilema, mi buen amigo..Hamlet!!! gestionar la incertidumbre!!! y eso exige caminar a 4 patas!!!

  2. Avatar de Robert Robert

    Querido Maguil: tus comentarios son estimulantes y siempre cargados de razón y de razones. Todo conduce al reforzamiento al incremento de la autonomía de las organizaciones -sean públicas o privadas- y a que éstas trabajen planificadamente, no a golpe de impulsos o de urgencias. y de pequeños recursos, todavía es más obvio: O se crea un colchón social, de compañeros de viaje a los que se cuida, se informa, se escucha…, o en lo que a captación de recursos se refiere cualquier acción de crowdfunding será lo mas parecido a una cuestación. Tengo un buen amigo al que me encantaría presentarte, Pedro Antonio García. De vez en cuando participa también en estas páginas aportando su visión clara y clarividente desde fuera del universo cultural. Tenemos que organizar un encuentro.

    Revisando el blog veo que te contesté a un comentario tuyo en un pos – anterior sobre Mario Gas y demás, y que sin embargo finalmente no se guardó. Pero como tuve problemas y me di cuenta lo guardé yo, así que te lo copio a continuación:

    Estoy muy de acuerdo, Maguil, en que la gestión de lo público debe estar guiada por criterios de profesionalidad, conocimiento e independencia, y que la fórmula de selección debe ser mediante concurso con la presentación de proyectos y compromiso de cumplimiento por el que se rinde cuentas. ¿Por qué una cosa tan elemental, razonable e incluso poco discutible es, al parecer, tan imposible de aplicar?
    De los problemas, yo no creo que los haya -demasiado pequeño-. Pero el simple hecho de que algunos lo hubieran pensado me bastó para percibir que la democracia que tenemos admite todavía mal los debates de fondo y que tiende a convetirlos en batallas de miedos e inseguridades.
    Abrazos

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