Ando de un lado para otro empujando proyectos y realidades que necesitan nuevos impulsos. Entre los proyectos destaca emprendecultura, una propuesta formativa en marketing digital para emprendedores en la que nos hemos embarcado de la mano elmuro y ASIMETRICA para apoyar la imprescindible autogestión de las pequeñas organizaciones culturales. Entre las realidades, los Premios Buero de Teatro Joven impulsados por Coca-Cola, tan exigentes siempre por primavera y siempre con novedades; y el reestreno de En La Otra Habitación, de Paloma Pedrero, primero en Tribueñe y a partir del 27 de marzo, en el Teatro Conde Duque. No nos aburrimos, la verdad.
Pero no era de esto de lo que quería hablar, claro. Esto simplemente explica el que haya tardado en volver a colgar un post de mi ventana digital. Lo que quería comentar es que ayer hubo un encuentro de gestores en Madrid organizado por AGETEC y coordinado por Jaume Colomer, sobre la cooperación público privada en artes escénicas en relación a la exhibición y a los públicos. Un encuentro necesario para ir avanzando en ese reto que es constituir el sector cultural en grupo de presión, con personalidad, fuerza y objetivos que plantear a los políticos. Tras la mesa en que participé, junto a Fátima Anllo, Lluis Bonet y Adriana Moscoso, el debate derivó hacia la necesidad de cambiar los grandes ejes de la gestión pública y la financiación de la cultura. One more time no pofavó. En mi opinión las tareas urgentes, impostergables, de las organizaciones culturales son cambiar lo que ellas mismas pueden cambiar, lo que gentes que trabajan en el sector tienen en sus propias manos cambiar. Y, desgraciadamente, para grandes transformaciones en las que precisemos acuerdos parlamentarios o de gobierno, carecemos hoy de fuerza e incluso de programas.
¿Qué es entonces lo que debemos abordar? A mí me parece que lo más perentorio es mejorar y privilegiar las relaciones con los públicos de la cultura. Son ellos, en estos momentos de retroceso de la financiación pública, los que pueden dar soporte a la producción y a la exhibición artísticas. Mejorar la relación quiere decir, escuchar sus opiniones y necesidades, quiere decir conocerlos, incluso individualmente, apoyándonos para ello incluso en la tecnología que el marketing pone en nuestras manos, ticketing y CRM incluidos. Solamente conociendo a nuestros públicos podemos ofrecerles aquello que buscan y hacer de su encuentro con el arte una experiencia emocional, un viaje de calidad que debe aspirar a lo inolvidable.
Los gestores tienen, tenemos, mucho que aprender para avanzar en esta senda del conocimiento de nuestros usuarios; pero debemos hacerlo desde la humildad de aceptar que estamos a su servicio y no al revés.
En realidad, y como suele decir Roger Tomlinson, en esta cuestión tan solo se trata de responder acertadamente a una pregunta: ¿Cómo quieres que sea la relación con tus públicos, anónima o personal?

hola roberto! por esta misma razon le pedi a mis alumnos que asistieron al estreno de una obra que montamos aqui en Sevilla que les pedi que me escribieran una reflexion acerca de lo que vivieron como espectadores… pero ahora que hago con esos comentarios? como implementarlos?